14 octubre 2006

RETORNOS DEL OTOÑO


Nos dicen: Sed alegres.

Que no escuchen los hombres rodar en vuestros cantos

ni el más leve ruido de una lágrima.

Está bien. Yo quisiera, diariamente lo quiero,

mas hay horas, hay días, hasta meses y años

en que se carga el alma de una justa tristeza

y por tantos motivos que luchan silenciosos

rompe a llorar, abiertas las llaves de los ríos.
Miro el otoño, escucho sus aguas melancólicas

de dobladas umbrías que pronto van a irse.

Me miro a mí, me escucho esta mañana

y perdido ese miedo

que me atenaza a veces hasta dejarme mudo,

me repito: Confiesa

grita valientemente que quisieras morirte.
Di también: Tienes frío.

Di también: Estás solo, aunque otros te acompañen.

¿Qué sería de ti si al cabo no volvieras?

Tus amigos, tu niña, tu mujer, todos esos

que parecen quererte de verdad, ¿qué dirían?
Sonreíd. Sed alegres. Cantad la vida nueva.

Pero yo sin vivirla, ¡cuántas veces la canto!

¡Cuántas veces animo ciegamente a los tristes,

diciéndoles: Sed fuertes, porque vuestra es el alba!
Perdonadme que hoy sienta pena y la diga.

No me culpéis. Ha sido

la vuelta del otoño.
rafael alberti

2 comentarios:

Seoman dijo...

Espero que no refleje tu estado de animo. Acaso sientes pena por algo. ¿Cuenta, cuenta?

Anónimo dijo...

FALAR E BO ZZZZ