13 febrero 2007

TÚ TAMBIÉN LAS SIGUES?

Tocamos madera cada vez que decimos algo que no nos gustaría que nos pasara, evitamos a los gatos negros, no pasamos debajo de una escalera, cruzamos los dedos... ¿Pero por qué? ¿Dónde está la raíz de todos estos pequeños rituales?


Puede que tú no seas de esos que se asusta al romper un espejo o al tirar la sal, pero lo cierto es que según diferentes encuestas los españoles somos cada vez más proclives a creer en esos detalles irracionales llamados supersticiones. Ya nos lo decía Manolo Tena en su famosa canción Tocar madera... Y como hoy es martes 13, te toca enterarte de qué van.

En realidad todos sabemos que estas creencias populares no tienen una explicación lógica, pero sí es cierto que han perdurado en el tiempo.

Hoy es día 13, encima martes, y resulta que hay un montón de malos augurios sobre esta fecha. Los estudiosos del tema afirman que en la Ultima Cena había 13 comensales; la cábala daba cuenta de 13 espíritus del mal; la venida del Anticristo y la Bestia se recoge en el capítulo 13 del Apocalipsis; en el Tarot este dígito hace referencia a la muerte; Eva tentó a Adán con la manzana un martes y 13, la misma fecha en que se produjo la confusión de lenguas en la Torre de Babel. Cómo no, con semejante historial, los hoteles y los aviones ahora evitan este número, y en algunas calles francesas han eliminado el 13.

Y tú, ¿eres de los que huye de los gatos negros? Desde tiempos inmemoriales, que se dice, se le atribuyen siete vidas a este animal. Allá por el año 3.000 a. C., tenía carácter sagrado y estaba prohibido matarlo. Si moría algún gato negro, toda la familia tenía que acudir al entierro.

Con gatos negros se detuvo la peste negra que asoló Europa durante 100 años, pero a pesar de ello los seguimos teniendo asociados a la hechicería. La idea de que no podemos cruzarnos con ellos viene de la Edad Media. Entonces las calles se llenaron de felinos, sobre todo negros. Las vagabundas iban con ellos a todos sitios, y durante la Inquisición se las acusó de brujería junto con sus mascotas. ¿Entiendes ahora mejor por qué nos dan tan mal rollo estos felinos?

Si se te ha roto un espejo, debes saber que el temor a los siete años de mala suerte también tiene su historia: los romanos mantenían que nuestra salud cambia cada siete años, y que su reflejo, o sea el espejo, traería un ciclo de mala suerte si se rompía.

No abrir el paraguas bajo techo, no arrojar el pan, cruzar los dedos... Hay miles de supersticiones que seguimos, la mayoría nacidas en civilizaciones antiguas, parte de nuestra cultura. Y cada vez tienen más audiencia. ¿Tú también las sigues?


Tenemos supersticiones por miedo a lo desconocido
Pero por qué, si somos tan listos, tan racionales y tan evolucionados, seguimos cumpliendo con los pequeños rituales de la superstición? Según los entendidos, sabemos que estas creencias no tienen una explicación lógica y razonada, pero lo que sí está claro es que tienen “una base razonable”. Y también está claro que mientras no resolvamos incógnitas como la muerte, o nuestro miedo a lo desconocido, seguiremos siendo supersticiosos. Parece que necesitamos algo que nos proteja de todo aquello a lo que tenemos miedo. Puede ser una herradura, una pata de conejo, o todo lo que nos trae buena suerte.

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