Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia. Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales.
Mario Benedetti.
Tal vez se trate de eso, de encontrar a alguién capaz de transportarnos a ese lugar en ninguna parte, donde hasta los miedos más profundos pueden transformarse en un instante de felicidad. Suena difícil.
2 comentarios:
Que ha pasado con el texto que estaba antes, ein?
Por cierto el Mario este es muy bueno, ya lo habia visto, y menudas letras que tiene
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