Hay días en que, sin saber por qué, no puedo parar de sonreír.

Otros días estoy tan sensible que cualquier cosa me hace llorar.

Otros, me imagino constantemente cosas que me dan placer.

Otros, los paso resbalando, casi sin sentir.

Y hay días que se junta todo eso, días intensos, convulsivos, en los que me tambaleo, disfruto, sufro, respiro, no paro, y me acuesto agotada, y con ganas de seguir.
pensando en MI Martita
2 comentarios:
Son cositas, jajajaja
Publicar un comentario