... más de siete años habían pasado desde que aquella historia de mezquinos intereses había llegado a su fin. Ella esperaba ser prudente y sensata con el tiempo pero, por desgracia, por desgracia debia confesarse a sí misma que no lo habia conseguido.
Ella le había hecho daño, le había abandonado y defraudado y lo que es peor aún, lo había hecho por debilidad de carácter y eso, un temperamento firme como el de él, no podía soportarlo.
Le había dejado para complacer a otros, la obligaron a ser prudente en su juventud y con la edad se iba volviendo mas romática, consecuencia natural de un cominezo contranatura. ...
Jane Austen
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