26 julio 2011


-¿De quién son todas estas lágrimas? -le pregunto
-Son mías. Cuando lloro, recojo mis lágrimas en un frasco y las almaceno en este sótano para hacer cócteles.
-Pero, ¿cómo es posible que produzcas tantas?
...
-Fue un día triste, un día en que no dejaba de llorar hasta que me di cuenta de que me reconfortaba beberme mis propias lágrimas. Poco después descubrí que sabían mejor si las mezclaba con un poco de licor de manzana. Pero no hay que beber nunca cuando uno está en estado normal, en ese caso ya no se logra estar contento sin beber y se forma un círculo vicioso y uno ya no para de llorar para poder beberse las lágrimas.
-Te pasas el tiempo curando a la gente, pero ahogas tus heridas en el alcohol de tus propias lágrimas, ¿por qué?


Mathias Malzieu en La mecánica del corazón

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