31 enero 2012

Inocencia es creer que todo el monte es orgasmo.
Que tras los besos de papel hay besos de carne y cartílago (de labios y lengua).
Que encender pasiones no entraña el riesgo de quemarse.
Que todos juegan al mismo juego con idénticas reglas (y sin cartas marcadas).
Que la promesa del encuentro anticipa el encuentro (y no simplemente más promesas).
Que el sexo lo cura todo.
Que las viejas cicatrices conjuran las nuevas heridas.
Que me estás buscando en las mismas esquinas donde yo te busco.
Que te encontraré.
Que no habrá platos rotos.

¡Bendita inocencia!

No hay comentarios: