A veces, te agarras a algo
sin darte cuenta.
Y, te agarras con mucha fuerza.
Ni siquiera te has parado a pensarlo,
Ni siquiera te has parado a pensarlo,
y de pronto, te ves, ahí, subida,
dependiendo de la rigidez de un estúpido árbol,
cuando tienes todo el césped
esperándote abajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario