24 agosto 2006

MI EXPERIENCIA EN EL COLE


La verdad es que no recuerdo mi primer día, siempre tuve la impresión de ser una autómata en lo que a escuela se refiere, ni me gustaba ni la odiaba simplemente iba.
Le pregunté a mi madre si recordaba mi primer día de clase y su respuesta fue que no, sin embargo recuerda perfectamente los primeros días de mis hermanos, imagino que por ser más memorables; el primero por ser el primero y la segunda por ser una llorona, de la tercera lo único que recuerda es que iba contenta porque ya era mayor e iba a clase como y con mi hermana.
Supongo que también habrá alguien que diga que dependiendo del lugar que ocupas en la familia tendrás un comportamiento u otro, yo como la pequeña que soy siempre estaba deseando hacer lo que hacían mis hermanos que para eso eran los mayores y mis referentes.
De mi primer día no recuerdo, ni recuerdan, nada en especial. Pero de mi primera experiencia escolar tengo vagos recuerdos; la parada del bus, dónde hice mis primeras amistades, el recorrido del autocar, llegar a la fuente de cuatro caminos y verla funcionar nos gustaba mucho a todos y hacíamos un silencio que volvía a producirse cuando subíamos Monelos con aquellas torres todas iguales llenas de plantas y flores, el jardín de la guardería, su olor y colorido cuando llegaba el buen tiempo, las habitaciones dónde “dormíamos” la siesta, o dónde hacíamos nuestras primeras fiestas, las odiosas meriendas de Foigrass, un montón de olores de comidas que, a día de hoy todavía asocio con la guardería cuando me llegan, y por último lo que más recuerdo son las llegadas a la parada por la tarde cuando mamá nos dejaba comer los mejores Donuts del mundo que hacían en la pastelería de la vuelta de la esquina, por desgracia no con la frecuencia que quisiéramos.
Como se puede ver de lo que es la vida dentro del aula no menciono nada pero es que tampoco lo recuerdo, creo que mis primeros recuerdos de aulas y lo que hacía dentro de ellas se remontan a primero o segundo de E.G.B., imagino que por eso mi currículum escolar nunca ha sido destacable sino más bien todo lo contrario.
Y así fue, como empezó, a día de hoy todavía no ha acabado y, la verdad, todavía me extraña ya que si me hubiesen preguntado hace unos años sobre lo que estaría haciendo con 25 años; mi respuesta sería trabajar pero nunca diría que estaría empezando una diplomatura y mucho menos después de dos ciclos formativos superiores. Lo que es la vida.
Mi paso por la Guardería primero y Pre-escolar después no lo recuerdo como algo traumático, ni novedoso, ni especial; creo que soy la mezcla del que ya sabe de que va, por tener hermanos mayores, y el que sabe que le guste o no hay que sufrirlo. Lo que si no debí prestar mucha atención a lo que allí hacíamos pues recuerdo muy pocas cosas de las que hacíamos dentro del aula, por lo que no sé si valorarlo como que debían estar bien y por eso no les di mayor importancia, o todo lo contrario, eran tan penosas que he preferido olvidarlas.
Lo que si ya entra dentro de mi memoria educativa es la E.G.B., y recuerdo sentirme mayor cuando pase a 1º, lo que ya no me gustó tanto fue que mi hermana siempre había ido en A y a mi me metieron en B, yo no sabía de que iba eso de A, B o C, pero ya no era igual que lo que le había pasado a ella y, por tanto, la profesora también cambiaba por lo que la referencia se perdía. Creo que fue en ese momento cuando me desvinculé de la tradición escolar familiar que me precedía con mis hermanos, buenos estudiantes, atentos, aplicados,...
1º, 2º y 3º de E.G.B. fueron años nuevos tanto a nivel académico como a nivel social, ahí me di mis primeros batacazos con las amistades, comprendí la diferencia entre compañeros y amigos, sufrí, supongo que como todos en algún momento, las burlas y censuras de mis compañeras. A nivel académico nos introdujeron en una nueva concepción del tiempo en el cole, teníamos un horario, en el que, siempre con la misma profe, teníamos diferentes materias para ver. Las aulas estaban distribuidas de tal manera que nos viéramos todas, con las mesas formando un gran cuadrado, donde en una esquina estaba la profe.
4º y 5º, fueron años difíciles, mis primeros Necesita Mejorar, y lo que es peor no sólo a nivel académico, sino de comportamiento que era los más importante para los de casa. Aquí comienza mi relación amor-odio con las Matemáticas, mi odio-odio con la Historia. Sigo estando en las clases B por lo que tengo una novedad que las de A y C no tienen, yo tengo ya dos profes, una que nos da Matemáticas y otra que nos da todo lo demás.
6º, haré mención especial de este año porque fue un año de grandes cambios. A partir de aquí se repite curso sino se aprueba, Primer GRAN cambio, tenemos diferentes profesores, dependiendo de las asignaturas que tengamos, se redistribuye de nuevo las clases A, B y C, yo soy perseverante por lo que continúo en B, hay nuevas compañeras: repetidoras, asignaturas nuevas: Inglés... Fue un año difícil, no muy difícil pero salió bien.
7º y 8º, de mi etapa escolar los mejores que he vivido, en todos los niveles. Aunque mis resultados académicos dejarán que desear fueron los años en los que más me implique en el estudio y dedicación al colegio. Creo que fue por como nos trataban nuestros profesores, ya eramos mayores, eramos el ejemplo a seguir por lo que intentaban hacernos sentir de otra manera, y lo conseguían; aquí apareció una de las mejores personas y profesoras que me he encontrado a lo largo de estos 25 años que fue la Sñta. Adela, nos enseñó a amar la literatura, el cine, las buenas costumbres, la educación, la música, y sobre todo a los demás, compartir y ayudar al que no sabe son valores que nadie como ella me ha enseñado. El profesor Manolo, nuestro único hombre de referencia en el cole, adorado por todas y que nos hacía ver que mayores sí pero niñas y con responsabilidades por cumplir. La madre Antonia, un ogro encantador que nos hizó empezar a valorar cuales eran nuestras intenciones de cara al futuro. La horrorosa y odiosa Sñta. Beatriz que me preguntó una vez que quería ser de mayor y yo le respondí “quiero poder ayudar a alguien” y ella muy borde y estirada me contesta “ como sigas así no lo conseguirás, para eso hay que estudiar”, todavía tengo grabado el recuerdo y el dolor que me produjo su contestación, pero debo reconocer que me ayudó a espabilarme y a conseguir lo que para mi hermana era muy importante. Pasar a B.U.P. sin repetir curso.
No he comentado que tanto en la Guardería como en Pre-escolar y E.G.B. estuve en colegios de monjas. Y siempre con niñas como compañeras, lo comentó porque ahora que paso a B.U.P. me encuentro con un gran cambio.
1º B.U.P., es un año demasiado nuevo en todo, es nuevo el centro, la gente, los profes, la forma y manera de dar clase,... Recuerdo mi primer día como algo diferente, yo venía de relacionarme sólo con niñas y de repente me encuentro que hay casi más chicos que chicas, diferencias de edades increíbles (para mi),... Fue un año diferente, extraño, que se acabó casi cuando empezó de tantas novedades que para mi aparecieron. A nivel de educación creo que fue el peor año de mi vida, me encontré con profesores en avanzado estado de jubilación (deberían) que a veces les teníamos que explicar nosotros lo que nos querían explicar ellos (no es exageración), fue el año del gran desastre, no sólo asignaturas para Junio, sino para Septiembre e incluso para el año siguiente.
2º B.U.P., fue el gran año a olvidar en mi educación, cometí el gran pecado capital de la educación ( para la gente de mi casa) REPETÍ, pero para mi fue el año en el que todo cambió, mi segundo 2º fue otra vez mi mejor época escolar, esa en la que decidí que iba a ser de mi vida ( o eso pensaba yo).
3º y C.O.U., son años a olvidar tanto personalmente como académicamente, sé que es duro pero la mayor parte de la culpa la tienen los carcas, dictadores y “maestrillos” que me encontré en el camino, supongo que también influyó que me cambiará al nocturno y empezará a trabajar. Pero aseguró y lo mantendré toda mi vida que los docentes que me encontré en aquel antiguo e histórico Instituto tuvieron bastante que ver.
Repetí 3º, otra vez y C.O.U. a día de hoy no sé las veces que tuve que presentarme pero me debió llevar unos cuatro años. Y creo que es mejor que no conste como aprobé algunas asignaturas.
Entre el tercer y cuarto año de COU me tomé un año sabático, hablando claro está de educación, pues yo desde el segundo año de 2º BUP, he compaginado mis estudios con el trabajo. A lo que iba, estando en mi año sabático descubro un ciclo superior nuevo de Intérprete de Lengua de Signos, esto cambiaría definitivamente el rumbo de mis estudios, avocados a acabar COU y olvidarme de que existía algo llamado Escuela, Colegio, Instituto,...
Necesito acabar COU por lo que me pongo las pilas y lo hago, me matriculo en el ciclo de Interprete y un nuevo mundo se abre para mí. Todos los profesionales que me dan clase son gente joven, con otra manera de concebir la educación que lo que yo me había encontrado por el camino, gente a la que le gusta su trabajo, disfruta haciéndolo y hace disfrutar y aprender al que tiene por alumno. Sé que es importante el hecho de estar estudiando algo que ya a mi me interesaba y que por supuesto lo hago con mas interés pero encontrarte profesionales así te hace hacer las cosas de otra manera.
No sólo eso sino que me motivan de tal manera que al acabar el ciclo de dos años, me meto en otro que considero importante para complementar mis estudios y sin acabarlo aún, me faltan las prácticas, me matriculó en la Universidad, en Audición y Lenguaje, cuando yo lo que tenía pensado era acabar mis estudios básicos y ponerme a trabajar porque yo para esto de los estudios no valía.
Seguramente con esto no explico lo que se me pedía pero creo que por el medio de todo ello, se ve como ha ido influyendo en mí el sistema escolar, en las diferentes etapas y como me ha ido cambiando en diversas etapas, siempre el cambio ha venido dado de alguna manera por mis circunstancias personales en ese momento y por el referente, profesor, que tenía en esos momentos.

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